Mi grito por la paz

Madre

A mí madrecita a mi amada esposa y a todas las mujeres del mundo, en versos mi respeto y admiración profunda.

Regalo Covid-19

Regalou Covid-19
(relato)
Siempre he sostenido en la vida, la poesía
En el verso, la danza cadenciosa
Del inexorable destino
Y de la rima, la perfección de la obra
Que constituye el ser.
Pero no, hoy no quiero escribir poesía
Aunque la vida de ella está llena
Más bien es un relato que paradójicamente
Me regalo covid-19 este sábado 11 de julio de 2020
La tarde era plomiza y con fuerte augurio de tristeza o soledad
todo el habitad humano pronuncia las fatales palabras de lamento y dolor
La hueste y la pestilencia se esparce muy rápidamente y toca hondo muy hondo
nuestros seres tan amados, y priva el derecho de estar a su lado de en la penumbra del ultimo suspiro, mirarles a los ojos, tomar sus manos y palpar en su rostro el amor que profesa, el amor ganado como hijo o hija, como esposo o esposa o quizás como padre o madre; entonces el entorno es triste y la ausencia del abrazo irreemplazable, aunque las infinitas lagrimas intenten explicar el dolor indescriptible.
Quizás hemos forzando con nuestros actos esta realidad, quizás estamos enfrentando la aniquilación del hombre por el hombre; mientras tanto confinado agoto mi tiempo, tratando de sobrevivir sentado en un viejo sofá viendo “La pequeña casita en la Pradera “ hasta ahí me alcanza la luz de una mirada y escucho la voz cálida de mi esposa, que de la nada desea hacer una piyamada en casa, sorprendido reacciono espontaneo: cariño; recuerda que estamos en medio de una pandemia y ella sin dejar de mirarme pero con gozo dibujado en la cara dice: lo sé, seremos tu yo Jeikel y Milena, solo cuatro para no romper la pequeña burbuja social de nuestro hogar.
Wao exclamé, será algo muy singular y aunque no la creí buena idea y mucho menos la pensé divertida empezamos a organizar el original evento, en el cual todos éramos indispensables ante la cantidad de invitados. Mi hijo Jeikel y yo sacamos los sillones de la sala y creamos el espacio para colocar los colchones en su lugar, mientras mi hija Milena y mi esposa preparaban bocadillos rápidos, que con algunos snacks en existencia y unos refrescos servirían muy bien a la causa. Mientras preparábamos el ambiente nos poníamos de acuerdo con las actividades; así decidimos que cada uno escogería una película para compartirla, yo escogí ver “hombres de Fuego” para difundir un hermoso mensaje, Milena escogió dado la realidad que nos envuelve “A dos metros yo de ti” mi esposa pidió “Gigantes de Acero” y Jeikel eligió “En busca de la Felicidad” es seguro que todos compartimos lo que nos gusta y es seguro que todos quisimos dar un mensaje a las personas que tanto amamos.
Hoy es 12 de julio y ya no tengo dudas, que fue una grande y extraordinaria idea de Alice al realizar la Piyamada, en la vida hacía tiempo que no había tiempo, la Felicidad y el amor, poco a poco se escapaba entre la maleza de los ojos y la búsqueda insaciable de lo material. Comentamos cada película, la calificamos a nuestro agrado, nos reímos mucho y de vez en vez nos abrazamos inundando con ello la burbuja de amor en que vivimos.
Esa noche los niños volvieron a ser nuestros, sus besos, sus caricias, su amor y su tiempo, como si con esa idea los robase: de la play station del móvil y las redes. Esa noche nosotros como padres despertamos, de un letargo permanente aunque despiertos, y entendemos entonces que el tiempo es relativo, pero el amar es opcional.
Covid nos confina a vivir estos momentos, con los seres que llenan de sentido la existencia y que, por cosas de humanos hicimos invisible a nuestros ojos; reconozco que he ocultado mis afectos y al hacerlo, renuncia el alma a ser feliz. El amor es inherente a nuestro ser y se expresa con palabras, con besos y con actos; pero el abrazo es un cumulo de sentimientos contenido en todo, que además consuela ama y confía. Hoy en tiempo me aferro como nunca a mi familia, les diré con mis labios lo mucho que los amo y en un cálido abrazo pretendo absorber su amor, en el tiempo que Dios en la vida me da.
Nada volverá hacer como antes, pero en la nueva normalidad deseo ser:
Mejor hijo, mejor esposo, mejor padre y con todo eso mejor humano, capaz de exprimir del aire los suspiros, para invertirlos en la burbuja familiar … que es mi Mundo.

El sufrimiento

Tú mi mundo

Mi mundo cambia

Soy agricultor a mucha honra, mis pasiones; mi familia mi casita, la lectura mejor si es poesía y las mejengas.

El reflejo en el espejo

El espejo refleja un presente
Que la mente se niega aceptar
Creyendo espejismos
Negamos realidades
Y continuamos soñando
Con caminos sin andar
Con tantas cosas pendientes
Y con platónicos amores.
Congelado ante imagen fría
El alma se refugia
Tras un ondo suspiro
Que inunda todo de melancolía
Desconociendo el rostro de cara dura
Con arrugas ingratas
y aquel cabello blanco
Como orquídea luna
Que cubre como un velo
Su cabeza tiernamente.
No son sombras tenebrosas
De un pasado lejano
Son perfecciones del transcurrir la vida
Que guarda en su esencia
El sublime mensaje
De disfrutar el viaje…
Ignorando el destino.
Autor: jcruz
Poemasgenesis2.wordpress.com